Cuánto hemos deseado que llegasen ya las vacaciones escolares. Las temperaturas subían y los primeros calores son los peores, que el cuerpo se tiene que adaptar. Con el calor los niños estaban más quejosos y se peleaban más frecuentemente. No saben lo que les pasa, pero la recta final y los exámenes ya han acabado 🙂
¡¡Por fin el verano merecido!! El mismo día acabaron el colegio nos hemos venido unos pocos días a la playa a casa de unos tíos míos que nos la dejan. Algunos universitarios todavía no han acabado, pues les queda algún examen o trabajo. Pero vendrán algún día a darse un chapuzón en el mar. Son días de familia, de rebozarnos en la arena tostada por el sol. Esta playa tiene mucho yodo, y ya desde los años 30 iba mi padre a tomar baños de sol y yodo. Los Hermanos de San Juan de Dios tenían un Hospicio cerca con enfermitos y niños abandonados.
Las horas de playa y de tostarnos al sol van acompañadas de tantas tertulias escuchando el ruido de las olas. Es una playa muy familiar. Después de 4 días de no hacer nada y hacer todo, de cargar baterías, empiezan los más de 2 meses de vacaciones escolares.
En casa nos reunimos y hacemos lista de encargos y lista de mejoras. Entre todos nos ayudamos y escribimos qué puede mejorar cada uno. Hay siempre alguno que está protestón y su mejora es “protestar una sola vez al día”. También está el que se escaquea y no hace su encargo de poner el lavavajillas el día que le toca. Su mejora es hacer este servicio a sus hermanos con alegría. También cada uno hace una lista de libros a leer, a ser posible en diferentes idiomas.
También es tiempo de mejorar en algún deporte. Cuando eran pequeños siempre había algún hijo que su mejora en el deporte era aprender a nadar o a prender a ir en bici. ¡Qué suerte tener los veranos para aprender y para hacer tantas cosas!
Mientras los mayores trabajan en diferentes trabajos, yo me instalo en la montaña cerca de Barcelona. Al estar cerca, los que trabajan pueden venir a pasar el finde en familia un poco más fresquitos. Yo tengo la suerte de que mi trabajo me permite trabajar on-line y a media jornada.
Cada día tiene su horario, más relajado que durante el curso, pero los niños tienen que saber qué es lo que toca: hora de despertar, de arreglar su habitación, desayuno familiar y tiempo para hacer los deberes de casa, deberes del colegio (cuadernillo de vacaciones) para no perder el ritmo… En los deberes de casa tienen la oportunidad de cada semana aprender algo: cocina, limpieza, ropa…
Tenemos la suerte de estar en una casa con jardín, por lo que hay mucho trabajo de jardinería. Así que casi dos horas las empleamos en la recogida de hojas, sacar hiervas malas, cortar el seto, barrer… Somos un equipo y cuando alguien se cansa nos animamos unos a otros. Y después llega el merecido chapuzón en la piscina municipal. La verdad es que cuando llegamos nosotros y los primos a la piscina se nota…
Como bien sabéis, en nuestra familia la comida es un momento muy importante. En verano cada día cocina algún hijo y también hacemos un concurso de MasterChef en parejas de dos y puntuamos. Después tiempo de siesta, juegos de mesa o lectura. Y cuando no hace tanto sol hacemos alguna excursión, a veces de hasta 2 horas 🙂
Durante las vacaciones los niños tienen muchos días y hay que organizarse. Algunos van a campamentos unos días. Hay que coger papel y lápiz y organizar el verano y más si tenéis varios hijos. Al acabar el verano me gusta hacer balance de lo que hemos aprendido y qué podríamos mejorar para el próximo año. Os animo a hacerlo 🙂
¡Cuánto nos gustan las vacaciones en familia! ¿Qué planes soléis hacer vosotros? ¿Qué es lo que les gusta más a vuestros hijos?
Hola¡¡¡ Felices vacaciones a todos vosotros ya tu familia hermosa¡¡¡
Uff¡¡¡ seguro que estais de vacaciones??? Me he cansado sólo al ver vuestro plan de trabajo¡¡¡¡ Con los calores más vale que descanseis a gusto…
Cuando era pequeñita con mis hermanos nos enseñaron que despues de comer a la hora de la siesta, habia que descansar y mi madre decía …. despues de comer ni una carta has de leer…. Leer despues de comer a la hora de la siesta siendo niños pequeños no es aconsejable pues con la modorra de la comida y del calorcillo es mejor siestear o hacer algo que no requiera atencion psiquica…
Leer no deja de ser una actividad intelectual que requiere atencion mental y despues de comer no es bueno leer…
Adem´´as que descansen los pobrecitos niños despues de una epoca de estudio intenso durante el curso,
que disfruteis mucho y que descanseis y guardaros del calor¡¡
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