Me diréis que es imposible, que cómo se puede programar algo en estos tiempos, cuando te llaman del colegio, cuando no para de vibrar tu móvil porque se ha confinado otra clase de tus hijos, cuando no han pasado ni 5 horas y te vuelven a confinar otra clase…
Se pueden hacer planes, pero en un instante se cambia todo lo que habías programado: planes de fin de semana, salida con unos pocos amigos, cenas, celebraciones… Tú planificas y organizas, pero unos minutos antes siempre puede llegar esa llamada. Y uno a veces piensa que mejor no hubiera cogido el teléfono.
Estoy enseñando a mis hijos que tenemos que aprender a no enfadarnos cuando hay cambio de planes. Cuando no pueden ir a casa de ese amigo, que estaban esperando durante toda la semana para ir a jugar con él, se enfadan, no entienden que por el covid estemos anulando tantos planes.
Creo que estamos desarrollando la creatividad y nuestro cerebro trabaja a 1.000 por hora para cambiar de planes en un segundo. Reponernos ante el disgusto de no poder quedar con nuestros amigos y volver a sonreír con otro plan. No nos puede amargar el día, pues esta situación se va a ir repitiendo continuamente, estaremos unos meses así. Creo que es mejor que aprendamos la lección cuanto antes. Nosotros y nuestros hijos. Sí se puede, es un buen ejercicio de resiliencia.
Ante esta situación, y acercándose la Navidad, he convocado a todos mis hijos a una reunión familiar. Con fecha y hora. Con orden del día. Se pueden añadir más temas a debatir. Habrá turno de preguntas y demás.
En estas fiestas navideñas, junto al portal de Belén que hemos montado todos en familia, necesito más que nunca reagrupar a ms hijos y hacernos fuertes ante la situación actual. Tenemos un plan, claro que sí. Está programado y pensado. Nuestra vida decidimos nosotros cómo queremos vivirla, hacia dónde queremos ir, qué dirección queremos tomar, cuál es el final de nuestro camino, con qué equipaje queremos ir. ¿Ligeros de equipaje? ¿Con quién iremos? ¿Escogemos a nuestros compañeros de viaje? La cima es muy alta y en el camino hay piedras y obstáculos, así que tenemos que prepararnos.
Empezaremos con una buena y equilibrada alimentación. No quiere decir ni cara ni excesiva. En el cementerio hay más saciados que muertos de hambre. Daremos una buena educación, exigente y con límites. El cuerpo lo dominamos nosotros, no nos dejamos llevar por las pasiones.
Deporte. Creo que mantenerse en forma y sentirse bien ayuda en este caminar. Desde pequeños les iniciamos en algún deporte. Y si son varios, mejor: fútbol, básquet, pádel, atletismo… Gracias a Dios a mis hijos les gustan todos los deportes y son buenos deportistas. No entienden cómo alguien en esta evaluación ha suspendido deporte. Sus hermanos le han dicho que nadie suspende deporte, que seguro que es la actitud de juerga que ha adoptado en clase.
Después de hablar sobre si todos están bien alimentados y fuertes, asegurar que todos hacen deporte. Día y hora fija. En casa tengo unos que juegan semanalmente a pádel con 4 amigos. Tere madruga y dos días antes de entrar a trabajar hace no sé cuántas piscinas. Otros se van a correr antes de empezar el colegio. En fin, que cada uno se organiza como puede. Hacen deporte por la mañana y/o por la tarde. Hay que hacer deporte sí o sí. Todos han heredado mi nervio y si no hacen deporte una semana lo notamos todos. Se enfadan por cualquier cosa o incluso se pelean entre ellos.
Hemos repasado la alimentación y el deporte. Tengo que deciros que como no siempre estoy en casa, cuando desayunan entre semana, algunas veces no beben el vaso de leche. Y Rafa, después de verle las manchas blancas en las uñas, me ha confesado que hay días que se queda durmiendo un poco más en la cama y no tiene tiempo de beber su vaso de leche.
¿Qué libros están leyendo cada uno? No quiero tener en casa hijos ignorantes y veletas, que van hacia donde el viento sopla. Los quiero con criterio propio, que sepan pensar por sí mismos, cultos y documentados. Que hablen con propiedad, que no les engañe la sociedad, que cuando lean un periódico tengan espíritu crítico. Que no todo lo escrito o lo que sale en la tele es real, verídico. ¿Qué nos quiere transmitir el periodista? ¿Qué valores, ideas o tendencias hay en esta serie? ¿Qué moda nos está vendiendo esta película?
Entre todos hemos decidido hacer el primer domingo de cada mes el club de lectura Postipich. María, la mujer de Perico, es filósofa y editora de libros y nos va a dirigir la sesión. Expondremos cada uno los libros que hemos leído ese mes y qué nos ha aportado. Así nos enriqueceremos todos. También se propondrán nuevas lecturas. ¡Qué apasionante! Cuando me casé no había leído prácticamente ningún libro. Pero me casé con Chema, gran lector y apasionado del saber. Él me inculcó el amor por los libros. Y tengo que confesaros que ahora me estoy leyendo varios libros a la vez. Sé se pueden cambiar los hábitos de casa, aunque ya sean mayores.
A Rafa, mi último hijo, le quedan 6 años para acabar el colegio. Después decidirá qué estudiar y trabajar. Si decide estudiar en otra ciudad quiere decir que en 6 años me quedo sin nadie en casa. Todos mis 15 hijos tomarán su camino. Como padres hemos de acompañarlos en esta etapa. Son ellos los que deciden qué estudiar, pero siempre es bueno orientarlos.
¿Qué quiere decir? Que tenemos muy poco tiempo para convivir 24 horas con nuestros hijos, que en muy poco tiempo volarán, que hemos de educar para que sepan vivir felices en este mundo, que hemos de darles herramientas para trabajar duro, ganarse la vida, preocuparse por sus amigos y hacerles generosos, pues todos hemos de hacer algo para cambiar este mundo y mejorarlo.
Tenemos que tener un plan con cada hijo, una mejora. Y cuando la haya conseguido a por otra. Entre todos hacemos de coach unos de otros. Por esto he empezado este post del blog: Programar en tiempos de covid. Vamos a organizarnos: dónde queremos llegar y qué nos falta para llegar con éxito.
Cogiendo papel y lápiz es más fácil. ¿Idiomas? Pepe con 16 años no paran de confinar su clase. Está claro que tiene más tiempo. Pues ha decidido prepararse para sacarse un título en inglés. Leer más libros. No tenemos tiempo para perderlo… Pero como padres hemos de ayudarles a organizarse, a programarse en tiempos de covid.
Y, como dice la foto de aquí abajo, no os olvidéis de que «Today is the perfect day to be happy«.
Cómo ser feliz con 1, 2, 3... hijos? 
Muy bonito…. me he reido mucho…. oye…. que no se quejen que las vistas de Barcelona nocturna son muy preciosas…. pero claro …. estan en una epoca que quieren estar con sus amigos, reir con ellos, confidencias con ellos…. Pero bueno, es lo que hay
Me contaron que un chico de 18 años esta en la Universidad pero no conoce a nadie, pues hacen las clases por internet y cuando pudieron ir todos separados sin poderse hablar.
Es una epoca rara , muy rara , cuando era joven hablaba con todo el mundo y reiamos juntos. Ahora no se puede y esto es muy duro para los jovenes pues la mente y cuerpo les pide relacionarse entre ellos.
Pero bueno, es lo que hay podria ser peor y contagiarse…. Por eso hay que hacer caso de las autidades y ponerse la mascarilla, lavarse las manos, airear las habitaciones y tal… Tampoco hay para tanto¡¡¡¡ Luego te acostumbras y piensas estoy sano yo y todos los demás. Eso es lo importante, luego todo pasara y quedara en el recuerdo….
Lo importante es la mascarilla, airear las casas, limpiar el suelo con legia con el mocho, y lavarse las manos….
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