El 15 de julio es un día muy importante para nuestra familia, pues es nuestro aniversario de boda. Y este año cumplo 30 años de matrimonio junto con mi marido Chema: 28 juntos y 2 separados. Ahora él allá arriba y yo aquí al cuidado de los 15 hijos que viven, de los 18 que tuvimos juntos en 19 años.
Nos casamos en el Santuario de Torreciudad (Huesca), junto a la Virgen, donde hace 5 años celebramos las bodas de plata con una gran celebración, invitando a toda la familia, un montón de amigos y a sus hijos. Fue una fiesta divertidísima con baile hasta bien entrada la noche.
Nos conocimos en Valencia en un congreso y allí empezó nuestra historia de amor. Yo vengo de una familia de 16 hermanos y mi marido de 14. Nunca dijimos cuántos hijos queríamos tener. Nos casamos yo con 23 y 28 años mi marido, éramos jóvenes, nos queríamos y soñábamos juntos.
Al principio la convivencia no fue fácil, como en cualquier matrimonio. Nos tuvimos que ir adaptando el uno al otro. Recuerdo que mi marido siempre me decía “los hombres no somos adivinos, imposible entender lo que pasa por vuestra cabeza… Si quieres algo dímelo. Dime cómo quieres ser querida”. Yo me repetía a mí misma “obras son amores y no buenas razones” y a veces incluso lloraba, pues yo me creía no amada, pues no había estado atento en este tema u otro. Y cuando se lo comentaba me decía “no soy adivino, dime qué necesitas”, y me pedía perdón.
A propósito del perdón, él cada noche me abría nuestra cama de matrimonio. Si se acostaba más tarde que yo, pues estando embarazada me iba a la cama pronto, siempre me daba un beso. A veces me hacia la dormida. Me encantaba. Y me pedía perdón por esto o lo otro: si se había puesto nervioso con los hijos, o había levantado el tono de voz, o si se había quejado por comer y cenar el mismo menú…
En el matrimonio nos tenemos que ayudar entre nosotros. Y él era muy exigente conmigo. Me decía “a los hombres les tienes contentos en la cama y en la comida. Somos muy fáciles”. Cuando me casé no tenía ni idea de cocinar. Mi suegra era una perfecta cocinera y las comparaciones eran odiosas, pues me decía “mi mamá hace una cebolla frita en la sartén con aceite buenísima…”. Como yo quería quererle cada día más, tengo que deciros que al cabo de los años me he convertido en una buena cocinera a base de esforzarme y de ir a varias clases de cocina.
Mi marido era mi mejor amigo, nos reíamos mucho juntos. Aprendí a disfrutar de una buena lectura junto a él. Hablábamos mucho. Era buen conversador y sabía de todo, pues disfrutaba mucho leyendo. Se podía leer un libro cada 15 días. Y muchas veces comentaba en la cena familiar diaria lo que había aprendido.
Él sabía que me gustaban las flores y los últimos años encargó a una floristería del barrio que me trajera un ramito de flores multicolores cada semana.
Cuando estábamos saturados de niños y de lloros, nos gustaba ir a dar la vuelta a la manzana cogidos de la mano y hablar de nuestras cosas e ilusiones. Prohibido hablar de niños o de lo que no funcionaba.
No hacía falta que le dijera si estaba de nuevo embarazada, lo percibía al minuto. Pues empezaba a vomitar después de las comidas. Mis embarazos nunca han sido fáciles: he vomitado cada día, incluso cuando entraba en el paritorio. Pero era ver la carita del nuevo hijo y darte cuenta de que valía la pena, pues era un nuevo hijo para siempre, para siempre, para siempre. Aunque estuviera malito. Los queríamos igual o incluso más. De los 18 hijos que hemos tenido 8 han nacido con problemas de corazón. Y os tengo que decir que la enfermedad y las contrariedades nos han unido más.
Nos casamos para toda la vida. En la salud y en la enfermedad. Primero entre nosotros y luego nuestros hijos. Cuánto nos han ayudado a crecer nuestros hijos. Es verdad que hemos cometido muchos errores, pero de los errores también se aprende.
Haciendo balance tengo que deciros que hemos sido muy felices. Que ha habido días buenos y malos. Que vale la pena maravillarse de la maravillosa vida de familia. Que tenemos que aprender a ser felices cada día. Cada uno en sus circunstancias. Sí se puede.
¿»hemos sido muy felices»? ¿Es que has dejado de serlo? Te aseguro que él sigue siéndolo, queriéndote tanto como te ha querido siempre y permaneciendo muy pegado a ti. Ni la distancia, ni el tiempo deben ser un paréntesis, o te perderás cosas muy grandes.
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Bonitas fotografías de vuestro amor eterno y fecundo¡¡¡ Qué hermosura de familia tienes , cómo me gustaría tenerla¡¡¡¡ Pero… es importante que cuides de tus hijos…. Recientemente le han puesto a mi madre un marcapasos en el Hospital Clinic de Barcelona y pensé en ti. Pensé pobre Rosa lo que ha pasado, qué mal lo pasé y que vida más dura es pasar por el quirófano¡¡¡ las incertidumbres, el rato de espera y luego lo más difícil…. Cuidar a un cardiópata. Y pobres niños si que han sufrido siendo tan jovencitos, la vida es dura y no les pongamos mas durezas¡¡¡¡
Por lo que veo tienes hijos cardiópatas y con marcapasos……
Viene lo más duro que es cuidarlos pues les cuesta entender que se han de cuidar.
Me dijo el medico que Si llevan un Marcapasos no les puede dar el sol ni pasar calor, pues pueden tener quemaduras internas debido a que tienen un metal dentro del cuerpo y se pueden quemar internamente.
Según la Fundación del Corazón …. verano y altas temperaturas se ha de poner precauciones…. El peligro es que tengan un golpe de calor…
mejor evitar correr o trabajar en pleno verano a mediodiano no es aconsejable y evitar horas más calurosas.
Es importante mantenerles la hidratación, significa que hay que tener agua fresquita cerca para darles de beber sin que lo pidan….
Alimentarlos con ensaladas, lechugas, salmonarejos, gazpacho de tomate, agua fresca.
Los niños son niños y niños y ancianos han de estar escondidos del sol…. Pueden coger un infarto del corazón y con lo que cuesta subirlos es una pena que les pueda pasar algo.
La temperatura de confort es 17 grados a 27 grados pasados estos grados hay peligro de pillar una insolación
Los niños no se dan cuenta que corren peligro si están al sol con temperaturas de mas de 30 grados….. Además el adulto que tiene la tutela ha de cuidarlos pues si les pasa algo o mueren luego buscan responsabilidades penales al adulto que ha actuado con negligencia en el cuidado de un menor.
Por eso te admiro Rosa Pich, porque tienes que educar a tus hijos proporcionándoles un lugar fresco, dándole alimentos como verdura y ensaladas e hidratarlos…. Tienes que ser por obligación una buena persona pues has de ser el Angel de la Guarda de tus hijos, bueno el Angel de la Guarda Cardiaco de tus hijos has de estar riñendolos para que descansen cuando hay calor y buscarles lugares frescos e hidratarlos convenientemente con agua.
Y eso es muy difícil cuando se es una persona tan exigente y perfeccionista como tu que quieres tener hijos deportistas, y mira hay que cuidarlos por que tienen enfermedades cardiacas y hay que enseñarles el cuidado de su cuerpo.
A ´mi también me pasa soy un Angel de la Guarda Cardiaco ….. con el sintron y la wafarina para arriba y abajo….
Paciencia Rosa , paciencia estamos en una época que se presentara olas de calor muy a menudo y los enfermos cardiacos como tus hijos hay que enseñarlos a cuidarse el corazón…..
No es tan difícil….. evitar horas de sol, evitar calor, hidratarlos, y tener aire acondicionado…..
Es lo que hay estimada Rosita, es lo que hay ser ccuidadora d enfermos cardiacos. No pasa nada…. Besos.
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