Algunos me habéis pedido que os hable de las nuevas tecnologías, que algunas ya no son tan nuevas, pues el tiempo vuela. Su uso ha invadido por completo todos los campos de nuestra vida y la educación no se puede quedar atrás.
Como sabéis, en mi casa no hay móviles hasta los 18 años. Es cierto que algunos de mis hijos se quejan, pero os aseguro que los frutos conseguidos me llevan a reafirmarme. Empecemos por las disputas clásicas que escucho: “todos en la clase lo tienen”, “seremos unos asociales”, “no tendremos amigos”… Ante estas quejas les he incentivado a sacar de ellos otras formas creativas de relacionarse, a basar su autoestima en lo que son y no en lo que tienen, y a aprender a disfrutar sin estar pendientes de una máquina. Y a los hechos me remito cuando veo que tienen muchos amigos y lideran sus clases en muchos aspectos. Evidentemente, mis hijos tienen acceso a tecnologías: desde el ordenador de casa, desde los móviles de los mayores e incluso desde el mío propio. Es algo que también requiere paciencia y entrega.
Además, ¿para qué necesitan el móvil? Con sus amigos hablan todos los días en el colegio y para hablar con los amigos de otras ciudades pueden llamarles en cualquier momento desde casa.
Muchas veces los padres nos auto engañamos diciendo “pero es que todos sus amigos tienen móvil”, “es que si no tiene móvil se quedará fuera del grupo”… Y es cierto que la solución fácil es darle el móvil y se acaban los problemas.
Mis hijos al cabo de los años lo valoran y me lo agradecen. Y ahora aunque quisiera ceder con los pequeños, los mayores no me dejarían, pues saben que no tener móvil hasta los 18 años les ha hecho mucho bien y a sus hermanos pequeños también. Además, hay que reconocer que es un ahorro de dinero muy considerable.
También hay que saber utilizar dichas tecnologías y enseñarles a nuestros hijos. A ciertas edades te mueves por impulso, por lo que me apetece, por lo fácil y lo que no me requiere tanto esfuerzo intelectual. Hace unas semanas estuve con una amiga en una conferencia y no paró de mirar el whatsapp las dos horas que duró. Al acabar le pregunté si había fuego en su casa o qué era tan importante que no podía esperar dos horas… Si un adulto está enganchado, imagínate un niño!!
Da mucha pena ver a niños que están enganchados al móvil a una edad tan temprana (también dan pena los adultos que están enganchados…): no juegan con sus hermanos/amigos, ya no leen libros, se acabaron los juegos de mesa o jugar a los coches, a jugar a indios y vaqueros, a pelearse… los niños ya no saben pelearse!
Puede sonar a que no me gustan los móviles, pero la verdad es que me encantan los adelantos: que en un mini aparato tengas toda tu música preferida, que en tu móvil (o sea, en la palma de tu mano!) puedas viajar por todo el mundo sabiéndolo todo. Hablar por Skype con amigos y familiares… Una pasada!!
En casa el móvil y la televisión no están invitados a la cena familiar diaria, pues la comida es en el colegio y no nos podemos ver. Y exijo mucho a mis hijos mayores y a mí misma de no ceder en este aspecto, porque siento deciros que el ejemplo es lo que más pesa en esta lucha: no sirve de nada que se diga todo esto si somos los primeros en no cumplir con el desapego al móvil. Me apena mucho cuando voy a un restaurante y veo a una familia comiendo juntos, sí, pero solo físicamente. Pues cada uno está con su aparato electrónico. ¿Dónde se han ido esas comidas que se alargaban dos horas con tertulias interminables? En mi casa todavía existen.
¿Cómo vamos a desarrollar la creatividad de nuestros hijos si no les dejamos pensar y están todo el rato con la maquinita? Hay juegos de ordenador de estrategia que les ayudan a pensar y son super competitivos, pero que aprendan a jugar también en equipo a un juego de mesa, a perder y a ganar jugando en un parque…
Como padres tenemos que estar al día sobre los juegos que están de moda y a los que juegan nuestros hijos. El otro día en el colegio nos vino a hablar un experto en tecnologías y nos encantó. Es más, le pedimos que les dieran esa misma charla a nuestros hijos. En casa tenemos ordenador y les dejamos jugar a juegos de estrategia pero evitamos los juegos de roll porque generalmente tienden a reflejar contenidos violentos, sexuales y de drogas que no llevan a nada bueno. Estos juegos además generan una adicción (que es donde está el negocio) y no hay filtro alguno. Si no sabéis nada de los juegos de vuestros hijos, sentaros con ellos mientras juegan y hacedles preguntas para que reflexionen sobre lo que les aporta: ¿qué hace el protagonista?, ¿cuál es el objetivo del juego?, ¿te parece bueno para ti y para tus amigos?, ¿te aporta diversión o algo más?…
Tenemos que saber que estos videojuegos han sido diseñados por profesionales para que nuestros hijos se enganchen y para que su cerebro cree dopamina cada vez que consigan algo. En casa claro que hay video juegos, pero controlados y con un horario: solo se conectan los fines de semana.
Pero os tengo que confesar que como el finde hacemos tanto deporte y tenemos tantos planes culturales y de amigos, hay poco tiempo para conectarnos.
Son muchos los retos que tenemos por delante en la educación, pero es que nos jugamos tanto con la educación en las tecnologías que vale la pena. Vale la pena porque realmente estamos forjando el carácter de nuestros hijos para toda su vida y el esfuerzo de hoy se verá recompensado mañana.
Os dejo con dos artículos muy interesantes para los que queráis ahondar en el tema. El primero explica cómo los gurús de Sillicon Valley prohíben los móviles a sus hijos. Será porque saben muy bien el daño que les hace: https://elpais.com/sociedad/2019/03/20/actualidad/1553105010_527764.html
El segundo habla sobre la pornografía: https://www.abc.es/opinion/abci-adiccion-pornografia-201903142334_noticia.html
Cómo ser feliz con 1, 2, 3... hijos? 
Hola Rosa, estoy muy de acuerdo con lo que comentas en esta entrada. La tecnología siempre deben usarla con control y supervisión, siempre en presencia de adultos. Nosotros tenemos la consola y el ordenador en el salón y si lo usan es siempre delante de nosotros, no está permitido hacerlo en sus habitaciones, ni la tv siquiera. Y por supuesto, aunque mis hijos aún son menores, pero de móvil nada hasta los 18, queremos mantenernos firmes. Más sabiendo de cuanto nos hemos preservado nosotros sin móvil (yo no lo tuve hasta los 18 y mi mujer hasta los 21) y vivíamos felices jajaja.
Solo un apunte, es cierto que la mayoría de juegos de rol de PC tienen un fin violento y suelen enganchar mucho. Pero si no los conoces te recomiendo que investigues sobre los juegos de rol de mesa. Juegos que se pueden jugar con papás e hijos y que les sirven para fomentar su imaginación, su creatividad, el trabajo en equipo, esforzarse para conseguir cosas, etc. Hay juegos de distintas temáticas: medievales, basados en series de animación, de detectives de monstruos, ¡¡hasta de ponys!! Yo juego con ellos y también con mi grupo de amigos y hay todo un mundo detrás de los juegos de rol de mesa que en muchas ocasiones no es suficientemente conocido porque los medios se han encargado de demonizarlos… y es injusto, porque bien jugados son maravillosos y descubren a los niños una forma de diversión que los aleja de las pantallitas temidas.
Un saludo y gracias por tu blog!
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