Viaje a Uruguay (septiembre 2018)

Hace apenas unas semanas llegué de Uruguay. Gracias a Dios ya me he puesto al día de mails, whats, reuniones y mil historias…

Cuando me subí al avión pregunté al que se sentaba a mi lado cuántas horas eran de viaje y me quedé impresionada… ¡¡13 horas!! Suerte que no sabía que estaba tan lejos, pues no sé si hubiera aceptado la invitación… 🙂

Después de estar una semana trabajando, dando conferencias, reuniones, comidas, entrevistas, radio, tv, prensa y demás, mi hija Cuqui (que me ha acompañado en este viaje) me dijo “Mamá yo no sabía que cuando viajabas con papá a otros países trabajabais tanto…”. Pues sí hija mía, esto es un no parar, pues todos quieren aprovechar que estoy unos días para comentar, consultar y preguntar. Ya veis que la agotada era mi hija y no yo 🙂

Ha sido una experiencia fantástica. Lo primero fue asistir al “Encuentro de Familia Uruguay 2018”. Me gustó ver a tantos matrimonios jóvenes con tantas ganas de aprender, que dejan a sus niños con los abuelos o con amigos y se escapan un fin de semana para estar ellos solos: para mimarse un poco, parar y pensar; escuchar conferencias interesantes y que te aportan; comer con otros matrimonios de tu misma edad con problemas similares; reír juntos y despreocuparse un poco… ¡Sí! Los matrimonios necesitan por lo menos una vez al año desconectar del día a día y volverse a enamorar, si cabe claro.

Yo recuerdo que hacía lo mismo con Chema. Volvíamos a casa con las pilas bien cargadas.

Me ha encantado convivir con la cultura sudamericana. Son personas muy buenas, alegres y serviciales.

En Uruguay hay 12 millones de vacas (y son menos de 4 millones de habitantes). Es decir, que comíamos, cenábamos y desayunábamos vaca. Una de las entrevista fue con Radio Carve y la hicimos en la feria del Campo más importante del país. Es una feria donde se exponen las vacas y todo tipo de animales y dan el premio cada año a la mejor de cada especie. Por la noche fiesta campestre, pero esto se lo dejé a mi hija Cuqui, pues yo me quedé descansando y reponiendo fuerzas para el día siguiente.

Una de las noches di un curso de Orientación Familiar de la IFFD a matrimonios que hacían más de 20 años de casados. Son diferentes los problemas (o mejor dicho, las oportunidades) de los matrimonios recién casados que los de los matrimonios más veteranos, donde puede faltar un poco de comunicación matrimonial. Nunca te acostarás sin aprender algo nuevo. Siempre se puede aprender algo y más de la mano de moderadores de la IFFD: profesionales en educación y familia. La educación es una ciencia y como tal hay que estudiar y profundizar.

En casa dejé a los niños con ellos mismos. Como son muy organizados, antes de que me fuera Tere (21 años) cogió papel y boli y escribió quién se encargaba cada día. Como se quedaban muchos al final solo se tenían que hacer cargo de la casa un día. Consistía en hacer la cena y hacer los deberes del colegio con los más pequeños. Aprender a espabilarse y a solucionar sus pequeños problemas. Si no pueden ellos solos piden ayuda a su hermano de un año más y si no, cuando lleguen los mayores de la casa, a ellos.

El día de partida una televisión se enteró que estaba en el país y fui a su programa de máxima audiencia: “Desayunos Informales”, pocas horas antes de coger el vuelo. Fliparon y encantados con mi testimonio. Una de las organizadoras me acompañó hasta la puerta agradeciéndome de nuevo el haber ido.

Ya en el aeropuerto una mamá de 5 hijos fue hasta allí solo para darnos un beso de despedida y darnos de nuevo las gracias por el testimonio dado.

Han sido unos días donde todos hemos aprendido mucho, incluidos mi hija Cuqui y yo. Quiero agradecer a todos los que han hecho posible este viaje, su dedicación y atención. ¡¡Muchas gracias!!