Dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro. Cada 28 de diciembre quedamos con los amigos de mi marido de Segovia. Se conocen desde los 6 años. Viven en Córdoba, Madrid, Segovia, Barcelona… No importa la distancia. Una vez al año comemos juntos todas las familias 👨👩👧👦
Mi marido ha dejado esta herencia a sus hijos. A los amigos hay que cuidarles, estar a su lado (sobre todo en los momentos difíciles). Aunque haya distancias, ahora con las tecnologías que tenemos no hay escusas. En casa les decimos “Hay que jugar en el colegio con todos los niños de la clase, incluso con aquel que es gordito y más patoso, que no huele muy bien e incluso le cuelga un moco…”. Hay que aprender a ser amigo de todos. Cada uno puede aportarte algo y tú también. Cuando llegan del cole les animo a llamar a aquel compañero que no ha ido hoy a clase, que le pregunten si está enfermo, qué le pasa… a que piensen en los demás. Es más feliz el que da que el que recibe. Y hay que tener metas concretas con cada hijo: “¿Qué tienes solo 3 amigos? Pues vamos a ver si puedes hacer 2 más…”.
Solemos hacer salidas con las familias de cada hijo. Para conocernos, charlar, comentar los pequeños problemillas. Este domingo estuve con la clase de Álvaro. Tiene 15 años y las hormonas a 1000. Es muy bueno hablar con los papás y ver que tenemos los mismos retos. Se aprende escuchando cómo lo han solucionado las diferentes familias, ver las normas que tienen…
Qué suerte tener muchos amigos. Hemos de enseñar a nuestros hijos a que los escojan bien: les ayudarán a luchar juntos, se apoyarán mutuamente, harán juntos proyectos el día de mañana…
Cómo ser feliz con 1, 2, 3... hijos? 
Me gusta eso de tener amigos aunque es algo que a mí no me inculcaron y ahora es difícil para mí inculcarlo también a mis hijas, más en este mundo tan alborotado que no sabemos que mañas traen otras familias, a mi me da miedo eso con mis hijos pero cuando tú lo relatas así si que me gustaría que fuera diferente.
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