Paseando por la ciudad todo nos recuerda que llega la Navidad: las luces, los árboles, los regalos, las prisas, la alegría, los villancicos… Este es un buen tiempo para darse a los demás, sobre todo a los más necesitados. Cada uno tiene que tener su propia “ONG”. El otro día en la cena familiar les preguntaba a mis hijos cuál era su “ONG”. Todos tenemos una agenda muy apretada (colegio, universidad, trabajo, amigos, juergas, deporte, excursiones…), pero ¿y los demás qué? ¿Cómo nos estamos dando a los más necesitados? Hay veces que nos los encontramos en nuestro camino, pero también hay que ir a buscarles.
Tiempo de Navidad, tiempo de darse, de salir de nosotros mismos y de pensar en los demás. Lo he repetido muchas veces (y lo seguiré repitiendo, pues hay gente que no lo quiere entender), pero uno es más feliz cuanto más se da a los demás. En la vida tienes dos opciones: o pensar en ti mismo o pensar en el que tienes al lado. El mundo de hoy nos dice que solo pensemos en nosotros, pero vale la pena salir de uno mismo.
Este año va a ser la primera Navidad sin Chema. Como cada año, iremos a pasarla junto a su madre de 90 años a Madrid. Decoraremos la mesa con especial cariño y haremos una comida sencilla pero muy trabajada. A lo mejor no apetece mucho y los ánimos no acompañan, pero todos haremos un esfuerzo. Chema no estará físicamente a mi izquierda como solía estar. Seguro que se nos escapará alguna que otra lágrima, que secaremos disimuladamente.
Aún recuerdo cómo las Navidades pasadas, ya encontrándose muy mal y los médicos no dando con su enfermedad, le comentamos en broma “eres el enfermo imaginario” (creo que es de una comedia de Molière). Y él, muerto de dolor, comentó “pues sí, ahora me voy a hacer el enfermo”, e hizo una mueca que nos hizo reír a todos. Entonces empezó a cantar “soy un enfermo imaginario, no me pasa nada, todo es invención de mi imaginación…”. No paramos de reír, pero ahora me paro a pensar y seguro que hizo un gran esfuerzo, pues estaba al final de su enfermedad, que en unos meses…

El martes quedamos en poner el nacimiento y decorar la casa todos juntos. No sabéis la pereza y las pocas ganas que tenía. Han sido los niños quienes lo propusieron y remarcaron “y que nadie se comprometa con ningún amigo esta tarde, ¡todos juntos a hacerlo!”. A todos nos encanta preparar el nacimiento, decorar la casa con adornos navideños, poner el árbol… Cada año hacemos alguna mejora en el pesebre: un año compramos un pozo, otro año algunas figuras nuevas… Mis hijos se suelen pelear para ver dónde colocan los reyes magos y los pastorcitos: “esta oveja es mía y el perro es tuyo”, “me pido la gallina”…

El llamado tiempo de duelo es real, pero por los niños haremos un esfuerzo, se merecen una Navidad junto a Jesús en el pesebre. Cuántas veces encontrábamos a Chema rezando y meditando junto al pesebre que habíamos montado en casa, intentando entender cómo todo un Dios se hace Niño y nace junto una mula y un buey en un pesebre. Los niños se le acercaban y él les hacía mirar al indefenso niño Jesús.
Estos días entre todos solemos hacer un concurso. A ver cuántas veces decimos “Ven Señor Jesús” cada vez que vemos un adorno de Navidad, unas luces o un pesebre con el niño Jesús. Entre ellos “se pelean” por ver quién ve primero una decoración navideña en un balcón, un pesebre en una tienda… Y van repitiendo todas la Navidades “Ven Señor Jesús”, preparándose para que vuelva a nacer otro año más en nuestros corazones, a veces un poco duros… ¡¡enséñanos a perdonar de corazón!!
En una de mis últimas conferencias me preguntaban cuántos regalos recibimos en Navidad. La verdad es que el mejor regalo para mis hijos siempre han sido sus hermanos. En casa todos suelen escribir su carta a los Reyes y piden varias cosas: juguetes, algún libro, algo de ropa… Todos los 6 de enero, día de Reyes, mi marido siempre cogía una bolsa y preguntaba a cada hijo nuestro qué regalo quería dar a los niños más necesitados. Y veíamos cómo los más pequeños se desprendían de ese juguete, a veces con lágrimas en los ojos, pero contentos de saber que algún niño que no ha tenido regalo de Reyes podrá tenerlo. Hemos de hacer a nuestros hijos generosos y enseñarles a dar: dar de su tiempo, de su dinero, de sus cosas…
En estos días solemos visitar toda la familia algún asilo y les cantamos villancicos. También visitamos a las tías-abuelas y a otros familiares. ¡¡Qué suerte tenemos de que cada año exista la Navidad y podamos todos juntos crecer en generosidad!!
Muchísimas gracias por tu testimonio!!! Eres y sois una luz que brilla mucho más que todos los adornos de Navidad que nos rodean!!!
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Rosa, sois un gran ejemplo de familia, muchas gracias por vuestro testimonio porque se que debeis pasar muchos momentos muy duros.
Me encanta como vivis la Navidad; ese «ven Señor Jesus», acompañando a los que estan mas solos, dando ese regalo a otros niños… Esa es la verdadera Navidad!, y además como tu dices «uno es más feliz cuanto más se da a los demás».
Estoy segura de que Chema desde el cielo va a tirar mucho de vosotros y con la oración de muchos, vais a sentirle muy cerquita.
Un abrazo muy fuerte
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Rosa hoy para mi este post ha sido un gran regalo de Navidad, pienso y comparto palabra por palabra todo lo escrito.
Recibe mi respeto y un gran abrazo.
Concha Miralles
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Muy bellas palabras Rosa, con respecto a la Navidad,vivimos en un momento de la sociedad en la que prima el consumismo y el sí mismo sobre lo que realmente significa,el nacimiento del niño Jesús,.
Rosa,eres un gran ejemplo para los demás por tus palabras y por el reflejo de tu vida, gracias por compartirlo con los demás, ojalá algún día pueda conocerte.
Un gran abrazo y feliz Navidad
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me encanto lo de «Ven Señor Jesus ! lo voy a aplicar en casa ! Los quiero y admiro mucho a pesar que ustedes no me conocen , son una luz para esta familia en Alemania !
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Es cierto, en estos días en los que no pensamos más que en consumir, que si cenas de empresa, regalos etc. , deberíamos pensar más ela gente que esta sola y en la que esta necesitada. Gracias por tu post
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Qué emotivo Rosa. Admiro tu fortaleza y la de los niños, es un gesto precioso el darse a los demás. Para mí son las primeras Navidades sin mi madre, las primeras son referentes paternos pues mi padre falleció hace casi 20 años. Y es muy difícil. Todo sea por traerles a los niños la Navidad a casa con ilusión.
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Hermosa reflexion!! Es verdad debemos abrir nuestro corazon hacia los demas y recibir a Jesus en el.!!!
Gracias Rosa por tu testimonio que sirve de ejemplo a muchos.!!
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Que gusto da leeerte 😍
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